Leí esto en esto otro blog de isthar y como me latió pues que lo agrego…
Nunca me han gustado las despedidas. Dejan un regusto amargo en la boca, y un vacío en el corazón.
Nunca digo adiós, ni me gusta que me lo digan. Siempre un «Hasta pronto», «Hasta luego», «Nos vemos»… pero nunca adiós.
Adiós sabe a portazo en la cara.
Prefiero saber que volveremos a vernos, que volveréis, que iré, que hablaremos, reiremos, compartiremos…
Me gusta no saber cuando, pero tener la certeza de que las ausencias no serán por demasiado tiempo.
Me gusta saber que las despedidas no son para siempre y que el vacio que dejan volverá a llenarse en el reencuentro…