El lugar es feo como pegarle a tu propia madre, lo vasos son de plástico y con varios rayones indicando que vieron tiempos mejores en su existencia. Igual sucede con la jarra de agua, platos y demás cubiertos.
Un mesero septuagenario que atiende a la velocidad de una caguama, ( y no me refiero a las que se toman, si no a las de las playas de Veracruz). Hay ocasiones en que pienso que mi consomé venía hirviendo pero cuando lo recibo como que ya esta medio tibio.
Y se preguntarán.. «¿Y por qué diablos vas a comer ahí?»… Por una simple y sencilla razón:
Las Tortillas
Efectivamente, las tortillas ahí son hechas a mano y en el momento, nada de maquinitas o compradas en bolsita del super, no señores, ponen a una chavita a hacerlas a mano mientras te sirven tus alimentos.
Y es que nadie podrá negar que el sabor de una tortilla hecha a mano es mejor que el de una máquina. Será el grueso, la forma de la tortilla o la mugre de la cocinera, lo que sí sabemos es que es un sabor muy diferente y nos hace tomar una, y otra, y otra, …
Y es por esta razón que hoy escribo bastante satisfecho y con el remordimiento de haber roto mi propósito de año nuevo de no comer más de 3 tortillas en una comida. Al fin que ya se va a acabar octubre.
Murphy dice: La muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de ventaja.